martes, 29 de mayo de 2012

Extranjeros en nuestra propia tierra

No empezaré este post diciendo ese típico cliché: "Hace muchos meses que no actualizaba mi blog, pero ahora he decidido retomarlo y empezar a publicar periódicamente... bla bla bla...". Lo he leído en muchos otros blogs y para qué les voy a ir con cuentos, si la verdad es que un hecho puntual ha gatillado la necesidad de expresarme y que los demás sepan qué pienso.

¡Les presento mi bici! La imagen es de mi autoría.
Desde que empecé a movilizarme en bicicleta, hace un año y unos meses atrás, he vivido en carne propia el hecho de que los automovilistas chilenos manejan como si estuvieran jugando Mario Kart. Estacionan en las ciclovías, doblan en segunda fila sin siquiera señalizar, se pasan las luces rojas como si fueran persiguiendo al malo más malo de una peli de acción, abren la puerta sin mirar atrás, se meten en la pista de forma imprudente, salen de los estacionamientos sin mirar a ninguna parte y a toda velocidad... y un largo etcétera.